Javier García

11 marzo, 2010

El desafío de Piñera


Tengo la "manía" de empaparme los discursos de investidura y de campaña, en la medida que puedo, de los dirigentes políticos próximos, los de latinoamérica, los de Europa. Hemos asistido hoy a la toma de posesión del nuevo Presidente de Chile, Sebastián Piñera. Tras 20 años de gobiernos de la "Concertación", Chile ha virado hacia el centro-derecha, otorgando una mayoría al candidato Piñera, en un momento de desconcierto y tragedia por el terremoto.


Las intenciones de cualquier Presidente electo, son muy buenas, y Piñera no ha defraudado: diálogo, acuerdo, buenas relaciones con la Concertación, gobierno de unidad nacional, trabajo por los más desfavorecidos, en definitiva, un nuevo tiempo de moderación y gobierno. Piñera no encarna, en principio, los valores de la derecha chilena huérfana de Pinochet, sino unos valores democráticos desde el centro-derecha. Chile atraviesa muchos problemas, su democracia joven ha madurado y es fuerte, pero tiene muchos retos, sobre todo paliar la pobreza, elevar el nivel económico, acabar con el narco-tráfico, etc.


Presidentes como Lagos y Bachelet, han hecho mucho por Chile, y los ciudadanos chilenos así lo han percibido en estos últimos años. Ahora se abre una nueva etapa, un centro derecha que quizá pueda parecerse a los de Europa, huidizos de radicalismos y pasados oscuros, un centro derecha que sin duda es más útil que el que tenemos en España. Os invito a reflexionar.

2 comentarios:

Socialistas de Cuzcurrita dijo...

Estamos con Chile, no podía ser de otra forma, encima ahora con su particular tragedia mucho más. Suerte.

Salud y Progreso.

Esteban Martínez dijo...

Buena reflexión Javi:

Chile es sin duda una de las democracias más consolidadas de América Latina. Pinochet fue un paréntesis turbio de la historia del país que mantuvo durante gran parte del siglo XIX y la mayoría del XX el sistema democrático más estable.

Bachelet se va con una popularidad altísima (>80%) y con el privilegio de poder afirmar que ha cumplido con creces su deber. Piñeira tiene el listón muy alto, y camino por delante para continuar con las buenas medidas de los gobiernos socialdemócratas de la Concertación, continuar las políticas, implementar las suyas y no hacer frentismo. Esa es la seña de identidad de la democracia chilena.

En España tenemos un centro derecha que lleva a jueces, políticos, y a los no amigos a los juzgados bien para crispar la vida política, bien para acabar con sus enemigos. Que no sabe lo que es la lealtad a sus antecesores y que pretende sentar doctrina con unas políticas que en el caso de algunas de sus comunidades autónomas van en contra del espíritu de Estado Social emanado de la Constitución. Aunque parezca mal decirlo, en este caso envidio mucho a Chile.

Saludos Javi.