Javier García

16 junio, 2010

La avaricia rompe el saco



Comienzo con la reproducción de un párrafo literal, cuyo autor desvelaré al final de este artículo de opinión: “Es evidente que no es posible contener el gasto y controlar el déficit sin la efectiva colaboración de todos los agentes públicos y políticos. En la actualidad más de una tercera parte del gasto público está administrado por las comunidades autónomas y las corporaciones locales, por lo que el cumplimiento de los criterios de convergencia económica es una responsabilidad de todos. Por ello, el Gobierno impulsará un compromiso de austeridad entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos que permita alcanzar con éxito, de manera coordinada y solidaria, los objetivos propuestos” … “La sociedad española no debe renunciar en ningún caso a hacer todos los esfuerzos para mantener y mejorar este gran acuerdo solidario.”

No desvelo nada si aseguro que estamos en tiempos difíciles, muy difíciles. Desde la Segunda Guerra Mundial no teníamos una crisis económica financiera tan intensa como ésta. Pero conviene poner las cosas en su sitio y no contribuir al concierto de la desinformación que existe en algunos medios de comunicación y en la derecha política del país. Esta crisis es mundial, se generó en EEUU, donde para fomentar la economía en el 2001, la reserva federal (
FED) bajó de forma considerable el tipo de Interés (el equivalente del EURIBOR en Europa), de 6% a 1.75%. El primer efecto de esta medida es que la actividad económica del sector inmobiliario creció al alza. Pero los bancos cometieron el error irreparable: Atraídos por el dinero fácil, concedieron hipotecas a familias con rentas bajas, y con un tipo de interés variable y con muy malas condiciones en contrato (Los créditos Suprime). Los bancos sin ningún tipo de restricciones han seguido dando un crédito muy peligroso para las familias, lejos de imaginarse el desastre que iba a producir.

El efecto dominó del estallido de la burbuja inmobiliaria fue letal para todos, obligando a todos los países europeos a tomar medidas de amortiguación en el primer golpe. España, con una situación financiera algo mejor que el resto, y un problema añadido al de los demás: situar la construcción como principal patrón de crecimiento, necesitaba incentivar la actividad basada en la inversión pública. El Plan E ha favorecido la contratación y la inversión pública. Sólo con el primer Plan E de 8.000 millones de euros, se licitaron 30.000 proyectos que emplearon a más de 400.000 personas. Tras estas primeras medidas, se otorgó un nuevo derecho a los parados, 420 euros para aquellos que agotaran su prestación por desempleo. Por tanto, la crisis es mundial, afecta a todos los países del mundo y en España se ha cebado con el paro dado el peso del sector inmobiliario en el crecimiento del país a todos los niveles.

Me gusta ser sincero, y siento que la mayoría de los ciudadanos somos conscientes de que también hemos contribuido a esta situación. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, nos hemos confiado en el imaginario crecimiento económico, hemos contribuido a generar una deuda privada en la que se ha prestado dinero que ni siquiera existía, hemos regado cuando el río bajaba sin darnos cuenta de que el río se secaba. Todos sabíamos que algún día esto rompería, y señores, rompió. La avaricia rompe el saco, y la responsabilidad de componer el saco, es de todos. ¿Qué pasa ahora? Que las medidas para reducir el déficit que han de tomar todos los países de la zona euro son impopulares y algunos las enmarcan en el “capricho” de Zapatero por tomarlas. El Gobierno Socialista ha subido las pensiones mínimas en un 49% durante estos cinco años. Una pensión de jubilación de 65 años con cónyuge a cargo en 2004 era de 6.788 euros al año; ahora es de 10.152 euros. Por tanto, ha experimentado un incremento del 50% y una ganancia del poder adquisitivo del 25%. Es mentira que se recorten las pensiones, El Gobierno va a mantener el año 2010 la compensación a los pensionistas por la desviación de la previsión de inflación (1%) noviembre sobre noviembre, que se materializará en una paga el mes de enero de 2011. El Gobierno ha subido en estos años el sueldo de los funcionarios un 15,9%, asegurándoles así un mayor poder adquisitivo. ¿Alguien se cuestiona que quien tiene trabajo para toda la vida no deba hacer un esfuerzo un poco mayor? Nadie. ¿Autocrítica? Sí, se necesitan medidas de progresividad fiscal, pero tiempo al tiempo.


¿Y el Partido Popular? Ahora es el defensor de las políticas sociales. Critica a Zapatero por no tomar medidas y luego por tomarlas, pide austeridad al Gobierno cuando sus comunidades son las más endeudadas del país, pide responsabilidades políticas cuando tiene a “presuntos” corruptos ejerciendo responsabilidad, critica las medidas de recorte cuando ellos congelaron sueldos, recortaron becas y abarataron despidos con una España que crecía más. Rajoy ha sido claro: “no le apoyo las medidas porque no quiero que siga usted de Presidente” El PP está a otra cosa, no le importa lo que pasa, solo mira a las urnas, pero su avaricia les acabará rompiendo. Por cierto, el párrafo literal del inicio de este artículo corresponde al discurso de investidura de José María Aznar en el año 1996. Saquen sus propias conclusiones.


1 comentario:

Alberto dijo...

Un buen artículo. Yo también estoy de acuerdo en que todos hemos tenido algo que ver con esta crisis.

Falta valentía en los políticos.