
El periodista Gorka Landáburu, director de Cambio 16 y víctima del terrorismo, ya que sufrió un atentado en forma de paquete bomba hace cinco años, participó el miércoles día 20 de diciembre en la primera jornada de las Tertulias de Otoño que organiza la agrupación socialista de Arnedo. Entre otras muchas cosas, explicó por qué muchas víctimas apoyan el proceso de paz que impulsa el gobierno de Rodríguez Zapatero.
A su juicio, “estamos en una situación más favorable para buscar ese objetivo que es el final del terrorismo. Existen las reglas del juego y las instituciones y creo que no hay ningún precio político”.
Landáburu añadió que “aunque sea victima del terrorismo y tenga que tragarme algún sapo, no quiero autoflajelarme todos los días, quiero que llegue la paz, que sea una paz justa, que se reconozca las victimas del terrorismo, que no quieren compasión sino reconocimiento y que se haga justicia”. Frente al apoyo que unas víctimas dan al proceso de paz, Landáburu criticó la actitud de otras que se han manifestado en varias ocasiones, no contra ETA, sino contra el Gobierno socialista.
En este sentido indicó que “hay muchas victimas en Cataluña, Valencia, Andalucía, Canarias y el País Vasco. Hace poco nos reunimos en Córdoba, mientras otros se manifestaban por las calles de Madrid. Cada uno tiene el derecho de manifestarse en democracia, pero me pregunto por qué estas mismas victimas o los dirigentes de la AVT no se manifestaron en el 99, cuando el PP también intento buscar la paz y por qué se han hecho cinco manifestaciones, no contra ETA, si no contra el Gobierno que busca la paz, como es su obligación”.
Landáburu reiteró que el proceso iniciado será largo y difícil y dejó claro que ETA no debe intervenir en el ámbito político. Señaló que “una cosa es que ETA hable con el gobierno si tiene que hablar de sus problemas, que son la desmilitarización y los problemas de los presos, y otra que ETA no tiene que intervenir en temas de orden político, que son de los partidos políticos, incluida Batasuna, si acepta las normas para su legalización”.
Respecto a la primera reunión oficial entre el Gobierno y ETA, anunciada por algunos medios pero ni confirmada ni desmentida por el Ejecutivo, indicó que “parece que se están desatascando los problemas que han surgido en las ultimas semanas, pero esto será un proceso largo porque es un problema que está muy enconado, que lleva cuarenta años”.
“En democracia, todo es negociable”
El periodista vasco dijo además que en democracia todo es negociable, siempre que desaparezcan las armas y las bombas. Landáburu señaló que “mucha gente de este mundo radical se va a tener que reciclar, ETA sobre todo va a tener que abandonar, porque hay gente que se ha dedicado toda su vida al terrorismo y la cuestión es cómo compaginar esto. Evidentemente desde las armas de la democracia y respetando las reglas que nos hemos impuesto todos del juego democrático. Después se podrá hablar de lo que se quiera, pero lo importante es que desaparezcan las bombas y las pistolas y en democracia se puede hablar de todo, hasta de la independencia de Arnedo, pero siempre sin bombas, sin amenazas…así que, a pesar del largo camino que queda por recorrer, creo que más que nunca, desde cualquier sitio la gente con sentido común tendría que apoyar este proceso de paz”.
Que no se manipule a las víctimas
Landáburu explicó también que el mundo de las víctimas es tan plural como la propia sociedad, que se debe contar con ellas, pero que no pueden conducir este proceso y, sobre todo, que no se les debe manipular. Aquí, señaló que “siempre le digo al señor Alcaraz que no hable en nombre de todas las victimas sino de la asociación que él representa, porque hay otras asociaciones y una federación y nosotros no hemos dividido, las víctimas no están divididas porque todo el mundo busca reparación y justicia y que se les reconozca”.
Durante muchos años, dijo, “se les ha matado dos veces, cuando ETA ha disparado y con la losa del olvido. Hasta hace muy pocos años nadie se preocupaba de las victimas y ahora se están ocupando, pero las victimas no pueden orientar un proceso de paz, tienen que estar dentro del proceso y hay que buscar que curen sus heridas, pero no pueden conducir el proceso”.
Landáburu señaló que “es como un tren. Si el proceso funciona el PP se subirá en el último vagón, las victimas también deben estar, pero el conductor debe ser el Gobierno y debemos procurar que nadie se quede en el andén, pero si alguno queda es problema de ellos”.
ETA no mata porque no le es rentable
A juicio del director de Cambio 16, los atentados de las torres gemelas en Nueva York y los del 11-M en Madrid descolocaron a los propios terroristas y marcaron un punto de inflexión en la respuesta de la sociedad ante el terrorismo.
Cree además que ETA está derrotada y lleva varios años sin matar porque no le es rentable, aunque continúe presionando a algunas personas que, como el mismo, siguen llevando escolta.
Según dijo, “colocar un coche bomba no es nada complicado, lo pueden hacer, pero no lo hacen hoy porque saben que se les va a echar el mundo encima y no han conseguido nada. El problema es cómo maquillamos el muñeco para que salgan de forma honrosa de esta historia, porque si intentas aplastar a la bestia la cabeza va a resistirse, pero lo que no se puede permitir es que una nueva generación se meta en esta locura”.
Por eso, añadió, “desde la democracia podemos ser hasta generosos cuando llegue el momento, pero tiene que abandonar las armas y se les ofrece una pista de aterrizaje para que se reinserten en la sociedad con un objetivo fundamental, se ha terminado, el ciclo se ha acabado y si ETA no entiende esto va a ser un auténtico suicidio”.
Aquí indicó que “aunque nosotros lo pasemos mal, ellos lo van a pasar peor y no solamente ETA sino todo su mundo. Habrá más presos, Batasuna ira a las catacumbas de la ilegalización, sus dirigentes pueden ir a la cárcel, porque están pendientes de muchos juicios, y para ese mundo será terrible”.
En cualquier caso, Landáburu considera que “si esto sale bien, no será una victoria de Zapatero, será una victoria de los vascos y de la sociedad española en su conjunto. Si fracasa será una decepción terrible, volveremos a estar en la calle para exigirle a ETA que desaparezca, como hemos hecho más de 25 años, pero no será tampoco un fracaso de Zapatero, sino de todos nosotros también y habrá que volver a intentarlo, porque no queda otro camino para que nuestros hijos y nuestros nietos puedan vivir en paz, en Arnedo, en Andalucía y, sobre todo, en el País Vasco”.
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