Javier García

22 enero, 2010

China, país emergente

China creció el año pasado un 8,7 %, debido fundamentalmente a los más de 400.000 millones de euros que Pekín ha inyectado en su economía. Estos datos confirman la carrera que lleva China para ser una potencia mundial respetada y fuerte, quizá la segunda por encima de Japón. Esto confirma también que China es un país emergente, junto con otros como la India.

China ha registrado una profunda transformación económica, pero el sistema político, basado en la dictadura del partido comunista, no se ha cambiado. Esto no impide reconocer que los ciudadanos chinos disfrutan hoy en día de un grado de libertades personales incomparablemente mayor que el que tenían hace veinte o treinta años.

Aunque no me agrada reconocerlo, el Partido Comunista en China conserva una legitimidad muy importante ante su población. Esto no significa que la comunidad internacional no deba estar atenta a la evolución política de China, pero siempre por vías de diálogo y paz, favoreciendo una transición política exenta de violencia. La ampliación de libertades en China y su desarrollo económico interrelacionado con el exterior, favorece sin duda el camino hacia la democracia.
Esto no impide que, por lo menos yo, sea todavía pesimista con unas cercanas elecciones libres que alumbren un sistema democrático parlamentario y se inicie una transición hacia una democracia plena. China, sin una democracia consolidada, está condenada a no ser, a pesar de sus logros económicos y aperturistas, una sociedad moderna y partícipe del progreso del mundo.

1 comentario:

Arnedo needs a sea change dijo...

Coincido plenamente con tu análisis, y cierto es que la transformación y evolución de China no solo son innegables sino, además,imparables. Pero si no hay libertad, no hay democracia.

Tu eres un bloguero libre que escribes lo que crees sin miedos a censuras porque vives en un país libre y democrático: ¿podrías hacer lo mismo en China? Pues bien, mientras no se pueda, China no será un país libre, y por tanto, democrático.

Lo mismo va por Cuba, Irán, Korea del Norte, y cualquier otra dictadura de derechas... y hasta, en ocasiones, Arnedo...