Javier García

28 junio, 2010

Alfredo Pérez Rubalcaba


Ayer domingo, en El País Semanal, me encontré con un reportaje que me hizo disfrutar como un enano. Sentado en la alameda de la huerta, junto al río Cidacos, devoré el reportaje que Juan José Millás hizo sobre Alfredo Pérez Rubalcaba. Este magnífico periodista compartió dos días con el Ministro de Interior, y plasmó en este reportaje-entrevista la vida de este gran político y persona, su vocación por el servicio público y su destreza.

No podría contar en profundidad lo que leí ayer, pero sí que hay muchas cosas que me llamaron la atención. Rubalcaba vive con su familia en el edificio que ocupa el Ministerio del Interior, por seguridad claro. Por la mañana, analiza todos los periódicos y se anota aquellas noticias o datos que le llaman la atención. En su despacho con su Jefe de Gabinete, analiza los datos de delincuencia, desapariciones, accidentes de tráfico, situaciones en cárceles, datos económicos, etc. Desde lo más importante, hasta lo más pequeño, es analizado y tenido en cuenta por el Ministro.

Su vida política se resume en multitud de responsabilidades en gobiernos socialistas, ocupando 4 ministerios, cargos ejecutivos en el PSOE y siendo responsable de estrategía electoral y portavoz del Grupo Parlamentario. Desde 1996, conoce los entresijos del terrorismo de ETA. 14 años en los que ha tenido responsabilidades importantes, la más notable, la de Ministro de Interior desde el último proceso de paz de la banda, si el cual, no se entenderá el fin de ETA, según el Ministro.

Tiene estudios de química, ha sido atleta, proviene de una familia conservadora con algún miembro republicano también y lleva en política casi toda su vida. Es un animal político. Un hombre leal al partido, que ha convivido con tres líderes distintos y que ha destacado por su destreza, su trabajo incansable y su planificada táctica en todo aquello que gestiona. Para mí, un referente en toda regla.

Al menos en dos preguntas de esta entrevista, me he sentido totalmente identificado con el Ministro. Cuando Millás le pregunta por su imagen, por si se considera "malo", Rubalcaba responde: "yo tengo una imagen esquizide. La izquierda me quiere y la derecha me odia, aunque creo que mi paso por Interior ha suavizado mi imagen en la derecha". La segunda pregunta es relacionada con su pasado religioso, el cual coincide plenamente con el mío. El Ministro dice: "fui un chaval muy religioso hasta los 14 o 15 años, que entré en lo que llamábamos la crisis de fe, una crisis que me condujo a separarme de la religión". La diferencia es que yo me alejé de la religión con 12 años.

Rubalcaba asegura algo que me asusta; "quise retirarme cuando ganamos las elecciones". Quiso así irse por la puerta grande, seguir trabajando en otros asuntos más relajados, pero reconoce que ha firmado un contrato de 4 años y que su responsabilidad en estos momentos no le permite abandonar. También asegura que no volverá a la Moncloa, donde estuvo con Felipe como Ministro Portavoz en su última etapa de Gobierno. Así pues, ha sobrevivido a situaciones y periodos muy difíciles para el PSOE y sus gobiernos.

Defiende a la policía y la Guardia Civil, presume de país, asegura acordarse de Barrionuevo cuando asiste a los entierros de víctimas de ETA, no titubea en la defensa de los valores del socialismo, defiende la ley y la democracia, es leal con su partido, defiende y admira al Presidente Zapatero. Rubalcaba es una figura importantísima, un político de raza, una pieza clave para entender el PSOE y la evolución de España. Un luchador incansable que pone su conocimiento y entrega al servicio público. Un trabajador. Somos muchos los que le admiramos y respetamos. Es un modelo a seguir. Continuará ....

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