Javier García

30 julio, 2010

Vacaciones


Ha llegado el momento. No puedo ocultar mi alegría. No hay cosa en la vida que más me guste que cargar las maletas e irme de vacaciones de verano. Soy de playa, sol, agua ... me relaja muchísimo un desayuno en la terraza, viendo como las primeras olas de la mañana acarician la arena de la playa.


Desconecto totamente al calor del sol, panza arriba, con unos buenos mejillones a la hora del vermouth y la merecida siesta tras la comida, de nuevo, en la terraza. Las vacaciones de verano son para mi, sagradas. Me encanta tomar el sol y cargar las pilas para un nuevo curso, esta vez, intenso y decisivo. Que alegría cargar las maletas, poner rumbo al paraíso de la desconexión y la relajación total.


Este año más que nunca. Pasaremos diez días en la costa levantina, Castellón. Después, rumbo para Granada, a la costa tropical de Salobreña, diez días más. A la vuelta, haremos parada en Guarromán, comida con buenos amigos. Seguiremos hasta Toledo, visita de la ciudad y rumbo para casa. Buen viaje y buenas vacaciones. Nos vemos a la vuelta.

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