
Para él, nadie pasa indiferente, todo lo que huele a socialista e izquierda, es motivo de burla, insulto y repudio por su parte. Este sujeto, portavoz de la radio episcopal, la Cadena Cope, dedica sus "homilías" matutinas para insultar a todo lo que se menea, aludiendo a tramas conspirativas del 11-M como centro de su programa.
Políticos, sindicalistas, jueces, fiscales, son víctimas diarias del más absoluto terrorismo dialéctico de Federico Jiménez Losantos. Trata de "loco" a todo el que no opina como él, no encaja la crítica del que se siente atacado por él, y hace constantemente apología de un nacionalismo cavernario con alardes de la patriotería más ridícula nunca vista.
La Policía se defiende de los Insultos de Losantos

La Policía Nacional, a través de su Sindicato, el SUP, www.sup.es , se ha visto obligado a defenderse de las críticas y descalificaciones de Jiménez Losantos. El Portavoz Episcopal por dudar, duda hasta de la policía, del poder judicial, del estado, de la monarquía y de todo lo que no sea de la extrema derecha, con la que comulga.
Desde aquí quiero defender a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, su acción e independencia política.
2 comentarios:
ES increible compañero lo que puede llegar a decir Losantos en cinco minutos. Creo que estamos ante un golpista. Un golpista que usa la palabra para deslegitimar todas las instituciones democráticas del Estado. Lo más penoso es que sea la Iglesia la que secunde todas estos insultos.
Salud y socialismo!
Si es que sois tan jovenes... Pedidle a alguno de vuestros compañeros más veteranos que os recuperen las hemerotecas de antes de los `80. Tal vez no lo creais, seguro que no, pero en aquella época llevar una pegatina en el coche con la bandera de España (la constitucional, que conste) era suficiente motivo para que, como mínimo, te acusaran de fascista. La derecha estaba muy mal vista, casi tanto como lo está siendo ahora de nuevo, y uno se lo pensaba muy mucho de declararlo en foros que no fuesen de mucha confianza.
Eso no lo promovía Jimenez Losantos precisamente.
Discursos incendiarios los ha habido siempre y los habrá, pero ahí es donde está la grandeza de la democracia. Antes de la transición ni siquiera Losantos podía decir lo que queria. ¿Se lo vais a impedir vosotros ahora?
Saludos.
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